1.- Haces actividades en familia
Todo parte desde la idea de tener una huerta familiar y las conversaciones que genera, pueden armar algunos cajones, pintarlos, rellenarlos de sustratos y finalmente sembrarlos, no lo tomen con apuro, disfruten cada momento. A lo niños les encanta regar así es que puedes distribuir tareas y también enseñar de responsabilidades, sin olvidar que la cosecha es una de las partes más entretenidas para todas las edades.
2.- El contacto con las plantas libera stress
Esta comprobado que trabajar con plantas es un muy buen aliado para liberar el stress, tener las manos con tierra genera ese contacto con la naturaleza tan necesario, regar además es un gran potenciador del relajo.
3.- Disfrutas el sabor real de las verduras y frutas.
Se han dado cuenta que cuando sacan una zanahoria del huerto o un tomate estos suelen ser pequeños o irregulares y no tienen nada que ver con los que compramos habitualmente que parecen de revista, pero como lo saben el look no es todo, la verdadera magia está en el sabor, y solo hay una manera de saberlo!
4.- Ahorras en el supermercado
Sacar tus lechugas o zapallos del huerto puede sacarte de apuros para improvisar una comida y evitar una ida al supermercado que no siempre es placentera.
5.- Comer sin pesticidas
Tener tu propio huerto, permite que ocupes los sustratos, abonos y control de plagas que tu consideres sanos para ti y tu familia. Si quieres saber lo que comes, cultívalo!
6.- Te genera recuerdos y aprendizajes que te acompañaran por siempre
Al tener huerta naturalmente vas aprendiendo de épocas de cosechas, cuidados de plantas y variedades, solo hay una manera de aprender y es haciendo, es solo cosa de aventurarse.
7.- Te hace feliz
No hay nada mas satisfactorio que cultivar lo que comes, desde el momento que lo siembras, mientras los cuidas y riegas, hasta que lo tienes en tu plato y lo compartes con quienes más quieres, se vuelven tus pequeños tesoros que te acompañan diariamente.
¿Quieres conocer más Garden Tips? revísalos aquí